Una conversación necesaria sobre sexualidad y salud íntima
Hace poco participé en una entrevista para Diari Ara en la que pude hablar de un tema que considero fundamental: la salud íntima y el suelo pélvico.
Para mí fue una oportunidad de dar voz a algo que todavía sigue siendo tabú. Muchas mujeres normalizan el dolor, las pérdidas de orina o la desconexión de su cuerpo como si fueran consecuencias inevitables de la edad, los partos o la menopausia. Y no lo son.
La sexualidad no puede reducirse a la penetración
En la entrevista expliqué que la sexualidad femenina no puede seguir reducida al coito. Ese modelo limita nuestro placer y nos deja en un segundo plano, como si todo lo demás fueran simples “preliminares”.
La realidad es que el placer femenino es más global, más corporal y más comunicativo. La vagina, por sí sola, no es el centro de la sensibilidad: es un espacio que necesita cuidado y preparación.
Por eso me gusta hablar de “experiencia eroticofestiva”, una manera distinta de entender la sexualidad, donde no se trata de cumplir, sino de disfrutar sin expectativas fijas.
Consejos prácticos para cuidar la vulva y el suelo pélvico
Durante la conversación en Diari Ara también di algunos consejos prácticos para cuidar la vulva y el suelo pélvico en el día a día:
- Dormir sin ropa interior: la vulva necesita respirar; la humedad constante favorece infecciones.
- Ejercicios de Kegel y orgasmos terapéuticos: ayudan a mantener activo el suelo pélvico y previenen la atrofia muscular.
- Lectura erótica y autoexploración: cultivar la libido empieza por una misma, sin depender del otro.
- Mirarse con un espejo: conocer y reconocer los genitales favorece nuevas conexiones neuronales y reduce la vergüenza.
La menopausia no es un final
Otro de los temas que traté fue la menopausia. Es una etapa en la que muchas mujeres empiezan a notar síntomas y problemas, pero no debería vivirse como un castigo.
Cada mujer tiene su menopausia y también la oportunidad de reprogramar la forma en la que la vive. El cuerpo cambia, sí, pero también podemos cambiar nuestra manera de entender la sexualidad y el placer en esta etapa.
Yo lo digo siempre: “Yo era más mona a los 25, pero me gusto mucho más ahora. Si no te gusto, no me mires”. Para mí, la menopausia es también un acto de libertad.
Mi misión: dar visibilidad
Mi misión sigue siendo la misma: visibilizar lo invisible. Compartir trucos, recursos y conocimientos que permitan a las mujeres cuidar su suelo pélvico, mejorar su bienestar íntimo y vivir su sexualidad con libertad y consciencia.
El siguiente paso es que también los hombres puedan escuchar y aprender: el suelo pélvico nos implica a todos.
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